¿Lograrán las criptomonedas el cambio social?

El bitcoin no necesita gobierno, ni autoridad central. No tiene fronteras. ¿Podría entonces favorecer a los más pobres? Viajamos a Filipinas, donde el bitcoin podría ser una opción para las personas que están excluidas de los sistemas existentes. Más de 50 millones de filipinos no tienen cuenta bancaria. Esto hace que millones de filipinos no puedan pedir préstamos ni realizar transacciones financieras sencillas. Ahora las startups de FinTech están elevando los niveles de inclusión financiera gracias a sus servicios. Sus fundadores creen que el país está preparado para el cambio y que las criptomonedas lo impulsarán. Lina Seiche, fundadora de Blockchats, está luchando por ese cambio a través del bitcoin y las redes descentralizadas. El fundador de SCI, Miguel Cuneta, contribuye a ese cambio ofreciendo servicios como el pago de facturas, el comercio electrónico, las transacciones sin efectivo y, por supuesto, los monederos de criptomonedas. Gracias a su negocio, las personas del mercado no bancarizado pueden participar en el mundo del comercio digital. Su fundador, David Kath, también les ayuda a eliminar a los intermediarios de la industria del plástico con una tecnología que permite a los recicladores triplicar sus ingresos. Convertido en fichas digitales en un monedero electrónico, el plástico se ha convertido en su dinero.